Friday, May 28, 2010

Durante mi última estadía en Londres mi amiga D me invitó a un almuerzo con sus amigas – todas señoras de mas de 50 viviendo en Londres por trabajo o por que de alguna manera han alcanzado la requerida comodidad económica para vivir en esa ciudad sin tener que trabajar (suertudas las viejas).


Al ser nueva y la más joven del grupo varias de ellas estuvieron curiosas sobre mí. En dónde vivo? (en ese entonces yo vivía en India y estaba de visita en Londres), que hacia en India? (en ese entonces no hacia nada excepto disfrutar de mis amistades y de la piscina del Novotel), que planes tenia a futuro? (en ese entonces mi futuro se veía incierto por que no sabía cuánto tiempo más me quedaba en India ni con qué dificultades me encontraría para encontrar un trabajo en USA), así que yo muy juiciosa y graciosamente respondí todas sus preguntas, y al concluir les pedí consejo: Cómo hicieron ellas para llegar a el punto en el que se encuentran? Varias de ellas son mujeres exitosas en su profesión, otras dejaron sus carreras por encargarse de sus hijos y ahora que tienen tiempo a su disposición están emprendiendo planes personales, y lo que todas tenían en común era lo satisfechas que se veían con su presente.


Yo les contaba de lo insegura que me siento tanto profesional como personalmente. Les decía que me siento súper verde en general, y a veces me siendo chiquititita junto a gente que tiene, o da la apariencia de tener, todo bajo control.


Ellas tan lindas me daban palabras de ánimo. Así es la vida en tus 20s, me decían. En tus 20s te ves preciosa y te sientes fatal. En tus treintas no te ves tan linda, pero te sientes mejor. En tus cuarentas te ves mal y te sientes fantástica. En tus cincuentas te ves fatal pero te sientes fenomenal. (Estaban exagerando, por cierto. Todas ellas pasadas de los 50 se veían fabulosas – y no solo ellas, conozco cantidades de mujeres que se ven más y más fabulosas con el pasar del tiempo.)


Pero me dejaron pensando; será cierto? Será que cuando cumpla 30 voy a perder un poco de firmeza muscular a la vez que pierdo un poco esa absurda necesidad de sentirme sobresaliente/apreciada/correcta en todo? Será que en mis cuarentas mis brazos van a estar menos definidos pero voy a dejar de achicarme por mis errores? Será que en mis cincuentas mi cabeza estará cubierta de canas, pero la opinión y aprobación de otros va a dejar completamente de importar?


A veces cuando estoy sumergida en desesperación e inseguridad (que fue lo que me pasó esta semana por un asunto de trabajo), cierro los ojos y pienso como me gustaría una de dos: a) volver a ser bebé, con una vida como un cuaderno en blanco; o b) ser una mujer mayor, con una biblioteca de conocimiento y aprendizaje en mi mente, que ha dejado de ver caos en esos pequeños remolinos que se crean en mi tasa diaria de café.


Pero no me voy a permitir más esta bobería de desear que la vida pase rápido para que las lecciones del presente sean menos dolorosas, y tampoco me voy a permitir concentrarme en todos los “debí”: debí ponerlo por escrito, debí asegurarme que todos estamos en el mismo plano, debí confirmar que todos recibieron la misma información, debí ser mas cautelosa, debí, debí, debí. Como dice N, ver cosas en retrospectiva es fantástico, pero bastante inútil para otra cosa que no sea aprender.


Y con todo esto en mente recuerdo que cuando yo era chiquita le pregunté a mi mamá si crecer duele, y ella me respondió que sí.

Thursday, May 27, 2010

… Pensando en la velocidad de la vida – lenta y rápida – y cómo a veces ambas velocidades suceden a la vez …

Saturday, May 22, 2010

El Sábado y Domingo pasados pintamos el garage, y oh sorpresa, resulta que yo soy buenisima pintando.

Bueno, la verdad es que esto es algo que yo ya sabía, solo que era uno de esos pedazos de información que uno guarda en un rincón del cerebro y no lo recupera sino hasta que con brocha en mano me doy cuenta de que yo he hecho esto antes, y lo hice mucho, y por eso la idea de pintar una pared, un cuarto, un garage, o una casa entera no se me hace dificilisima.

Era una noche de Viernes. Mi amiga L cumplia años y yo ofrecí mi casa para su fiesta (tan generosa, yo). En ese entonces el grupito de nenas teniamos 16 mas o menos, y el grupito de nenes tenia unos 18 mas o menos. Entonces todos llegaron a mi casa y mis papás dijeron 'bueno muchachos, diviertanse!', y se fueron al cine dejándonos en la casa, solos, a aproximadamente 20 individuos de adolescentes mentes, un pastel para 50 personas, una mesa llena de comida y bebida, y a mi (a mi!) a cargo.

Para hacer la historia corta, eran las 12 de la noche y luego de una fenomenal guerra de comida había pastel hasta en el techo de los baños. Nos lanzamos TODO lo que teníamos a mano: pizza, huevos, café (caliente), coca cola, papas fritas, tomates, y justamente cuando F entró a la casa con la manguera a perseguirnos a todos tratando de mojarnos, alguien pegó un grito de "LOS PAPAS DE LA MAGU ESTAN AQUIIIIIII!!!!!" y nosotros quedamos congelados en el acto, yo estilando y muerta de frio, la cumpleañera con restos de huevo en la cabeza, y todos en general bañados en una mezcla asquerosa de comida dulce y salada que en ese punto se veia de color café/amarillento/rojizo, y olia fatal.

Mis papás llegaron, vieron el caos, y nada, silencio. Los 19 que no estaban genéticamente relacionados a mi salieron en estampida, y yo me quedé en casa para valientemente enfrentar las consecuencias de la guerra de comida que ahora, 12 años depués, por primera vez voy admitir que sí, fuí yo la que la empezó. (le quiero mucho madre, no me coma viva :D)

La noche terminó en total silencio, todos nos fuimos a dormir, y el día siguiente empezó a las 6 am con el grito de mi papa diciendo "hasta se lanzaron el café!!!!". Yo me tomé unos minutos más en cama, disfrutando de mis últimos momentos en la afortunada ignorancia de mi suerte, y luego fui hacia la cocina a enterarme de lo que me esperaba.

Ahí estaba mi madre preparando café, y en la mesa una lista de cosas por hacer: lavar y secar platos ese dia y toda la semana por venir, barrer pisos, lavar alfombras (2 veces), pasar la aspiradora (2 veces), abrillantar pisos, limpiar polvos, lavar el patio, lavar ventanas, y por ultimo, pintar las paredes de toda la casa, dentro y fuera.

Me tomó 2 semanas terminar toda la lista; dos semanas en las que casi no sali de casa - y en verano!, pero no todo fue terrible, por que tanto yo como los otros 19 quedamos con el recuerdo, y mis papás quedaron con casa recién pintada – y gratis (okey, excepto por la pintura).

Y mientras pintaba el garage de la que ahora es mi casa pensaba: qué habría hecho yo si hubiese sido MI casa la del campo de batalla?

Pienso que lo mismo que mi madre.

Friday, May 21, 2010

Cuando mucho tiempo pasa, y las memorias se llenan más de melancolía que de verdades, o las verdades se transforman creando algo diferente, es a veces mejor dejar las cosas como están y no mirar hacia atrás.

Frecuentemente el ‘recoger de los pasos’ más que cerrar capítulos representa un riesgo – el riesgo de que lo que recordabas tiene poco de cierto y mucho de invento, poco de realismo, mucho de magia.

En ciertas cosas, con ciertas personas, prefiero mantener esa magia y no mirar hacia atrás. Sé cómo mi mente a jugado con los recuerdos; estoy conciente de mi manera de contorsionar realidades, y a veces, no muchas, pero si a veces, elijo dejarlas así.

Al fin y al cabo los años han pasado para todos, y cómo hemos cambiado! Y cuando se trata de gente con quienes el capitulo se cerró hace tiempo (y no se va a volverá a abrir) prefiero quedarme con sus imágenes infantiles/adolescentes/inocentes/rebeldes/intactas.

Thursday, May 06, 2010

Me siento en hibernación.

Me estoy preparando –lentamente– para cosas que vienen, que deben venir, que debo hacer que vengan.

Quiero cambios personales. Quiero logros internos. Quiero crecimiento.

 

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Mientras tanto, llueve.