Aja! Estoy empacando una vez más.
Esta vez, sin embargo, mi viaje no es transnacional, transcontinental, o trasatlántico – y sin embargo siento mucha emoción (y si, nervios).
Había mencionado anteriormente que se me venían cambios; esto yo ya lo sabía por que desde hace meses me he dedicado a hacer olas: de a poquito haciendo contactos, parando bien la oreja en busca de oportunidades, manteniendo mi resume actualizado, y a la vez me he mantenido paciente por que sabía que el haber vuelto a trabajar en mi antigua posición, con mi antigua empresa, con la misma gente de hace 2 años era un movimiento estratégico que traería resultados a mediano plazo – y afortunadamente, no me equivoqué.
La semana pasada llegué a la oficina semi-dormida luego de despedirme de mi Papá que estuvo de visita y tomó un vuelo de regreso a Quito el martes en la madrugada, para encontrarme con un mensaje de recursos humanos que pedía mi presencia antes de las 8:30 am.
Caminé hacia el otro edificio pensando: o me van a decir que recoja mis cosas y me vaya (poco probable), o me van a decir que el puesto al que apliqué hace una semana es mío.
Llegué, me senté en una oficina, y en menos de un minuto tenía un contrato frente a mí en el que constaba la descripción de mi nueva posición y en el que decía que una vez que firme quedaba confirmada mi promoción. Fui feliz.
La transición oficial a mi nueva posición es en un par de semanas, y mientras tanto me encuentro leyendo una cantidad interminable de e-mails con información del status actual de los clientes de los que me haré cargo, y estudiando protocolos y procedimientos que voy a utilizar a diario. Mi nuevo puesto será de mucha más responsabilidad, y muchísima más visibilidad, y sin duda alguna es un stepping stone para futuras oportunidades profesionales por lo que estoy dedicando mucho esfuerzo y dedicación para estar al tanto de todo lo que sucede y la transición sea sin complicaciones.
Estoy emocionada, y feliz, y también nerviosa y un poco ansiosa por que mi predecesor ha hecho un excelente trabajo en esta posición y yo no quiero quedar mal con mis clientes ni con la empresa, por lo que estoy prestando atención a cada detalle y leyendo muchísimo de tal manera que una vez que mi cambio sea oficial las cosas se vean mas claras.
Hace algunos meses básicamente decidí que por mi bien personal debo empezar a hacer cosas que aunque me asustan, en el fondo tengo muchísimas ganas de probar. Me explico: me asustaba participar en el torneo de Krav Maga, por eso se me volvió un deber personal el tomar parte; también soy muy tímida de naturaleza, y conociendo que este es un puesto de mucha interacción social hice el esfuerzo de conseguirlo por que creo que es algo que me hace falta tanto para desarrollar mas confianza en mi misma como para aprender a desenvolverme mejor entre diversos grupos de gente.
Así que esta es mi mas reciente mudanza – y si, tambien mi nuevo camino.