Yoga

Ya. Esta semana empece a hacer Yoga, y contrario a lo que siempre me imaginé, el yoga te saca la mas profunda madre. Y mucho más con la instructora que tengo; una preciosa Hindu del sur que malévolamente estira mis piernas, empuja mi espalda, hala mis brazos, dobla mis rodillas, mientras yo no alcanzo mas que gemir un ‘aaayyyy’ bajito por que chuta que duele!

Y sin embargo, no puedo odiarla. Por que Uma se me acerca con firmeza y con una sonrisa, y cuando me dice que aspire no puedo evitar inhalar su olor a galletas – y como puedes odiar a alguien que huele a galletas? Imposible.

Así que así estoy: feliz por al fin haber logrado moverme e ir a Yoga, adolorida, más flexible de lo que había estado en al menos unos 10 años, y con un interesante rastro de abdominales … uhm! :)

Ah si! Y también hoy a vi un hombre con seis (6!) dedos en la mano derecha. Impresionante.

Me pregunto que pasaría si el hombre de 6 dedos en la mano se casara con la mujer de 6 dedos en el pié que vio N hace un par de meses? Qué curiosidad!