Thursday, November 22, 2007

Sobre MEX

Para contrarrestar los efectos de la mala memoria no encuentro mejor remedio que el escribir: escribir sobre la vida, sobre las ideas, las cosas que quiero recordar, los viajes.

El viaje a México se inicio en un instante de intrepidez. Me puse a buscar información sobre Soda Stereo una tarde al leer en algún blog que este grupo al que adoro se había reunido de nuevo para una sola gira por América – mi alegría no pudo ser más grande, y de inmediato me dirigí a ww.sodastereo.com para ver fechas. En ese entonces las pocas fechas confirmadas eran en Argentina y México (de las que me acuerdo) y una de ellas empataba con la idea saltarina que ya en ese entonces tenía sobre irnos de vacaciones a algún lado, no importaba cual, mientras sea fuera de Buffalo.

Solamente tomo una llamada al Mamor para que todo se ponga en marcha.

- Vamos a ver a Soda Stereo en México el 15 de Noviembre, Mamor!!!

- Perame, déjame ver mi calendario

- Okey!

- Hmm… si, esa semana estoy libre – vamos!

- Vamosfff!

De inicio pedimos a un amigo en México que nos compre los tickets y de ahí todo estuvo listo. Mas tarde en el año nos encargamos de los boletos de avión y las reservaciones de hotel – todo estaba dentro de presupuesto así que no hubo mucho sufrimiento en ese sentido.

El sábado 10 de Noviembre nos despertamos a las 3 am para arreglarnos y tomar un taxi a las 4 am que nos lleve al Aeropuerto. El viaje de ida a México fue sin inconveniente a pesar de lo ajustados que estábamos en tiempo de transferencia de vuelos – por mi parte yo dormí la mayor parte de tiempo, y mientras no dormía veía Harry Potter J

Al D.F. llegamos tipo 2 pm. Agarramos un taxi en el aeropuerto y directo al Sheraton frente al Ángel de la Independencia. Una vez en el taxi empezamos a sentir las cositas raras en la garganta – es que la contaminación del D.F. es tenaz- pero una vez en viaje estábamos demasiado emocionados como para prestar atención a semejantes boberías.

El hotel al que llegamos estaba lindo, cómodo, y con una vista fantástica directa a la Avenida Paseo de la Reforma. En esa tarde nos fuimos de caminata por esa calle, a tomar las típicas fotitos, y en la noche nos encontramos con una amiga británica que estaba de visita en México por cuestiones de trabajo. Dado el cansancio de la amanecida solamente nos quedamos en el bar del hotel y luego a escuchar boleros y mariachis en un bar ahí mismo. Fue lindo ver Mariachis en vivo otra vez – aunque me sabia apenas 1/3 del repertorio, las canciones que me acordaba me las cante a todo pulmón.

La noche de sábado termino sin novedad, y el Domingo fuimos a comer con más amigos británicos a un restaurante argentino. El almuerzo empezó como a las 3 pm y terminamos como a las 9. No fue tanto la comida sino la buena conversación que nos tuvo contentos por tanto tiempo y nos hizo pasar el tiempo volando. Al regresar al hotel nos quedamos por mas tragos hasta que se nos paso la media noche y ahí si, todos a la camita (no a la misma camita, por cierto - cada cual tenia su cuarto, valga la aclaración)

El Lunes tempranito bajamos por un café y luego directo a la entrada del hotel en donde nos esperaba un Tour que nos llevaría a la iglesia de la Virgen de Guadalupe, a una fábrica de joyas en plata, y a las pirámides de Teotihuacán.

Este viaje fue placentero en general. Desde la ciudad tuvimos un guía que hablaba sobre los principales monumentos y edificios que pasábamos en el camino, y luego los sitios a los que fuimos fueron chéveres de ver en vivo.

La iglesia de la Virgen de Guadalupe es bonita, pero a mi parecer nada sorprendente – creo que lo que mas me llamo la atención es ver como se va hundiendo el piso con el peso de la construcción, y eso de que el costo de los nichos es de 22,000 pesos al contado (algo así como 2.000 dólares) lo que me dejo pensando que quizás me conviene más morirme en México por que ese precio si que esta regalado.

Luego vimos a la Virgen con su foto pintada en la manta del milagro – yo me pregunto, quien mismo pintaría esa vaina? Alguien de la iglesia supongo, ya que al fin y al cabo les conviene más tener muchos seguidores por mas indiecitos que estos sean (más seguidores = mas platita para los avaros curitas).

El viaje a la fábrica de plata fue simpático, pero me quede un poco decepcionada en cuanto a la originalidad de las piezas – el artesano se veía pensante, así que es una lástima que no haya creado joyas más atractivas de las que había disponibles. Pero en fin, fue bonito a pesar de todo, y no solo compramos un bonito pendiente de obsidiana sino que también nos pegamos unos tequilas y un pulque (todo esto antes del medio día).

De ahí visitamos unas pequeñas ruinas de vivienda Teotihuacanas y por ultimo por fin nos dirigimos a las esperadas pirámides que en verdad son impresionantes.

Al llegar lo que se ve es una serie de construcciones pequeñas que eran dedicadas para vivienda, y al final del paseo están las pirámides del sol y de la luna. La pirámide del sol es particularmente llamativa por su tamaño – dado el fantástico estado físico en el que el Mamor y yo nos encontramos (aja!!!! Wink-wink) subimos la pirámide del sol casi a trote – las únicas paradas que tuvimos fueron a tomar fotos saltarinas de uno al otro, y para mirar hacia arriba en asombro de semejante construcción.

La vista desde desde el tope de la pirámide del sol es preciosa; el clima de la región era perfecto (caliente, pero no tanto), el cielo estaba muy azul, no teníamos hambre ni sed, nos sentíamos genial luego del ejercicio de subir las gradas, el Mamor y yo estábamos de buen humor y estáticos de estar en donde estábamos – en general, nos sentíamos en el cielo.

Al bajar la pirámide (otra vez a trote), nos fuimos rapidito hasta la pirámide de la Luna.

No teníamos mucho tiempo ya que nuestra guía estaba en espera, así que de nuevo subimos a la otra pirámide corriendo y saltando – en esta si me falto el aire por que las gradas son mas altas e irregulares y al fin y al cabo ya habíamos pasado correteando como por una hora en pleno sol. Pero bueno, sin mas excusas llegamos hasta la mitad de la estructura (no se podía subir más debido a excavaciones arqueológicas que se estaban llevando a cabo) y a tomar fotos y ser felices se ha dicho.

Al regresar al bus nos llevaron a un restaurante típico a comer fajitas y sopa de tortilla – estuvo rico. El regreso al hotel no me acuerdo por que caí en un sueno indespertable desde el momento que nos trepamos al bus hasta el momento en el que llegamos al lobby -- supongo que la causa sería la proteína llegando al cerebro J

El martes lo pasamos más tranquilo. Nos despertamos temprano (el hecho de que estábamos con el organismo adelantado una hora de acuerdo al horario ‘Este’ nos ayudo mucho en esto) y tomamos un turibus que nos llevo de 5 horas de paseo por todos los lugares principales de la ciudad. Conocimos el Palacio de Bellas Artes, El Zócalo, la Catedral y Sagrario Metropolitano, vimos a unos protestantes desnudos (lluchos!) en media calle, pasamos por el monumento a la revolución, vimos la oficina de correos, el monumento a Colón, paseamos por Polanco, Chapultepec, y la Condesa, y luego de mucho dar vueltas, regresamos al hotel.

La tarde del martes fue sin mas novedad. Solamente tomamos consomé de pollo en el Sanborns de la esquina y de regreso a la camita por que al día siguiente nos esperaba la casa de Frida Kahlo en Coyoacan.

En cuanto a la casa de Frida, yo estuve muy feliz de ir para allá. Solamente no me gusta la masiva explotación que tiene su imagen (hay cosas de Frida en todo lado, mas que nada comercializando cosas ‘inspiradas’ por ella o por su arte, y la verdad que se me hizo muy canzon) pero la Casa Azul en si es digna de verse. Al entrar uno va por los múltiples cuartos de la casa y puede ver de cerquita una cantidad grande de cartas escritas por Frida o para Frida, al igual que varias obras de Diego Rivera. Hay docenas de libros con dedicatorias y fotos autografiadas para ambos personajes, y al entrar a la casa uno se encuentra con objetos y sitios personales: su cocina, el comedor, el cuarto en el que Diego vivió luego del divorcio con Frida, su estudio de trabajo, el cuarto de Frida, sus camas (por que tenia dos – una en la que pasaba en las mañanas para poder ver a su patio, otra en la que dormía en su cuarto), y por ultimo uno puede pasear por el patio que es muy bonito.

Al salir de Casa Azul nos fuimos al mercado de Coyoacan – compramos mandarinas, granadillas y tunas. Riquísimo! Creo que fue de las mejores cosas poder disfrutar del sabor de las tunas (que son de mis frutas favoritas) y chuparme unas granadillas que son tan deliciosas --- aaay! esos sabores de la infancia si que son incomparables.

Luego del mercado de comida nos fuimos a buscar el mercado de artesanías – que luego de perdernos por un buen rato lo encontramos, pero fue de a rial por que la mayoría de locales están abiertos en Sábados únicamente, así que una verch.

En eso de estar en Coyoacan también fuimos a la pileta de los lobos, que me habían recomendado visitar por que es linda y eso.

Al regreso al hotel nos encontramos con los británicos y nos fuimos de tour en la noche visitando el centro mas que nada y luego a beber cervecita y comer pizza en la Condesa. Fue una noche linda – me caen bien los británicos por su sentido del humor y por que tienen la mente mas abierta que los gringuitos.

En fin, el Jueves la pasamos a pata. Nos fuimos caminando por La Reforma hasta el museo de Antropología. En el camino tomamos fotos a la exposición de Calaveras que están distribuidas por un par de cuadras en esta calle. El museo es grande, grande, grandísimo! Y las obras expuestas son dignas de verse – para mi lo más impresionante fue ver el Calendario Azteca, pero había otras piezas de mucho valor.

El regreso del hotel de nuevo lo hicimos a pata y terminamos de tomar fotos a las calaveras al otro lado de la acera.

Al llegar al hotel nos arreglamos rapidito por que nos esperaba EL evento: el concierto de Soda que empezaba a las 9 pm.

Después de estar atascados en el trafico desde las 7:30 hasta las 9:30 pm, por fin logramos entrar al Foro del Sol justamente en el momento en el que Cerati entonaba la primera nota.

Lo que siguió fue fenomenal. Tres horas de concierto, con todas las canciones clásicas de Soda, algunas modificadas y todas intensificadas por la habilidad de Cerati en su guitarra – es que el man, es un capo.

Un momento que me gustó mucho en concierto fue cuando Cerati pidió a la gente que prendan sus luces para que pueda vernos – en una masa de 55,000 personas poco a poco fueron prendiéndose los encendedores, los celulares, las cámaras, y en lo que parecía un cielo de estrellas ahí mismito en el medio de México, todos nos pusimos a cantar ‘Trátame Suavemente’. Fue una delicia.

De ahí, y por el resto de la noche, cantamos sin parar todas las clásicas de Soda y algunas de las de los discos mas recientes. Me encantó cantar a todo pulmón “Música Ligera”, “Persiana Americana”, “Pasos”, “Te Hacen Falta Vitaminas”, y tantas otras de esas canciones que uno ama desde adeeeentro.

Al salir del concierto (bien roncos, por cierto) decidimos arreglarnos la garganta con unos tequilas así que nos dirigimos a La Condesa a pegarnos unos guaros. Después de los traguitos, y ya con hambre, nuestros amigos nos llevaron a una Taqueria abierta toda la noche – El Califa. Ahí, y por primera vez, tuve el gusto de deleitar unos tacos al pastor – que bestia, esos si que se llevan la corona al mejor plato mexicano que probamos en nuestra estadía. Los tacos al pastor son como un Shawarma pero en lugar de ser en pan pita, son en un taco diminuto. Los tacos son tan pequeños que no me veo pidiendo menos de unos 6 si estas con una buena hambre y luego ahí le pones todos los picantes que se aparezcan en frente – nosotros nos servimos unos chiles verdes en salsa china que casi me hacen llorar pero que intensificaron todos los sabores al máximo.

Ya después de haber satisfecho la pipa nos fuimos al hotel. Ahí nos paró una patrulla de policita por que querían dinero (malditos corruptos) y como a las 5 am llegamos a nuestra habitación a dormir un poquito que el último día en México se nos venía encima.

El día Viernes nos despertamos como a las 11 am, y demasiado cansados para seguir turisteando decidimos encontrar un restaurante de comida marinera en el sector y luego ir de compras.

A la final encontramos un sitio en una calle paralela a La Reforma llamado Piedra del Río o algo así – yo me comí unos langostinos al ajillo y un ceviche revive muertos que en verdad estuvo mágico.

Luego del almuerzo nos fuimos de compras. Caminamos por La Reforma hasta el centro en búsqueda del mercado de artesanías llamado La Ciudadela. Luego de caminar por unos 20 minutos lo encontramos y nos lanzamos a las compras – ahí me encontré con mi preciosa calavera coqueta, vestida con un guapo traje negro y sombrero de flores, y entre otras cosas me traje aretes nuevos, un recipiente para la salsa picante, un tortillero, etc.

La noche se nos vino encima de nuevo y tuvimos que salir al apuro para llegar al hotel a tiempo para encontrarnos con los británicos e irnos a una parillada en su casa en Herradura. La manejada nos tomo como una hora y media desde el hotel hasta la pequeña mansión de nuestros amigos, y al llegar nos encontramos con un rico BBQ estilo argentino.

La noche no pudo extenderse mucho lastimosamente ya que al día siguiente partíamos de regreso a Buffalo. El sábado nos despertamos temprano, terminamos de empacar, y salimos hacia el aeropuerto. El viaje de regreso fue sin novedad y estuvimos de regreso en casa a las 12 am.

En general fue un rico viaje, aunque tuve un poco de estragos con eso de la gente pidiendo dinero en la calle (cosa a la que evidentemente ya no estoy acostumbrada a ver en este país primer-mundista) y aunque en general me sentí segura en la calle siempre había esa pequeña sensación de que en ciudades tan grandes como el D.F. uno nunca sabe qué puede pasar.

La gente que conocimos se portó de lo mejor, y tuvimos la suerte de no terminar con caca-loca a ningún momento a pesar de las cenas madrugueras.

El Mamor y yo nos quedamos con ganas de regresar a México pronto – solamente que el viaje de retorno tendrá que esperar hasta después de la India.

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