Monday, January 12, 2009

Vivir en una ciudad en la que la temperatura promedio no baja de 25 grados durante el invierno tiene sus ventajas.
La ciudad esta fresca y linda, no hay tanta humedad por lo que mi cabello ha descendido de sus usuales niveles afros, y tampoco hace tanto calor por lo que la tierra no esta tan seca y con eso hay menos polvo dentro de la casa. Ahora el clima en Hyderabad es rico, así de simple. Tan rico que no tengo problema en salir al medio día a comprar plantas para decorar nuestro balcón y tan cómodo que pasamos todo el fin de semana disfrutando del sol y del viento desde la terraza. Este clima es perfección.

El clima dentro de casa también esta lindo. Luego de dos semanas de cuidar a Cola, el perrito de mi amiga Efrat, ya lo regresamos a su hogar hace unos pocos días y en la casa 21 (la mía) ahora reinan el silencio y los pisos limpios.

La experiencia con el Cola fue gratificante, relajante, loquísima. El Cola es un perrito de la calle al que Efrat y Rebeca recogieron una vez de regreso a casa. El Cola estaba andando solito en medio de la carretera, chiquitito, sucio y con cara de perdido; cuando Rebeca y Efrat se acercaron a darle algo de comer el Cola casi se sale de si mismo de la felicidad y luego no quería dejarlas ir así que a mis amigas les dio tanta pena que ahí mismo decidieron hacerse cargo del perrito.

El día en el que llego al condominio el Cola esta sucio sucio y terriblemente oloroso. Vincent le dio un baño y esa misma tarde lo llevaron al veterinario para que le examinen unos puntitos rojos que tenia en las orejas y en el pechito. Resulta que el perrito era tan pequeño (el Vet le calcula 2 meses de edad) que no podía defenderse de insectos y otros bichos así que por eso tenia la piel hecha pedazos de tantos picados, y con un tratamiento diario de crema y sprays en dos semanas la piel del Cola estaba en perfectas condiciones.

La mamá humana del Cola es Efrat, pero durante Hannukah y año nuevo Efrat iba a pasar en Israel por lo que nos encargo a Cola a nosotros que íbamos a pasar en Hyderabad durante las dos semanas de su ausencia. Desde el inicio nos dimos cuenta que Cola es super inteligente, y desde el segundo día en nuestra casa ya había dejado de hacerse pipi en cada esquina, se sentaba para esperar su plato de comida, y estaba empezando a avisar cuando necesitaba ir al baño en el patio de atrás - súper pilas el perrito.

Las dos semanas con el Cola la pasamos levantándonos temprano como a las 7:30 am (que es mucho mas temprano de lo usual para nosotros – sobre todo en vacaciones!) para darle su comida y llevarlo a caminar; en las tardes debíamos jugar con el por que sino se nos ponía súper inquieto, y en las noches luego de su comida y su ultima salida al patio veía tele con su cabecita descansando en las zapatillas de N. Creo que es evidente que después de unos pocos días con Cola nosotros estábamos vendidos.

Por supuesto, la luna de miel no duro mucho. A la segunda semana ya extrañábamos dormir hasta tarde, ya no nos caía muy bien eso de tener que salir cada vez después de sus comidas, y al Cola le empezaron a picar las encías por lo que andaba mordiendo todo lo que se le ponía en frente.
De todas maneras cuando Efrat regresó y pidió a Cola de regreso N y yo estábamos súper, súper tristes. La primera noche lo dejamos con Efrat solo por unas horas y lo regresamos a nuestra casa a dormir, y durante los primeros días el Cola pasaba medio día conmigo y medio día donde su mama Efrat y su hermana Shahar, pero conforme pasan los días vemos menos del Colita.

Lo bueno es que ahora que Cola está con Shahar (una nena de 4 años) entre los dos se cansan montones así que el Cola ya no esta tan inquieto y necesitado de actividad como cuando estaba con nosotros.

En un ratito más voy a ir de visita a Cola por que le estoy extrañando, y para que lo conozcan les dejo su set de fotos en Flickr:



3 comments:

me, the drama queen said...

que lindo el perrito! y bueno vele como una practica para un hijo...eso de levantarse temprano lo sera por un par de años!

Nadia said...

si sabes cómo te envidio...
y adoptar un perro se te hace mucha mucha responsabilidad?? como que estas lista!

Emilita said...

lindo el perrito. tiene una cara noble, seguro que os dió mucho cariño. Yo siempre tuve perro hasta hace 3 años que se murió, y de veras que es un vacío díficil de llenar, pero desde que ella no está mi vida es mucho más libre logísticamente y emocionalmente. antes de tener hijos mi perra ejerció de hija y yo de madre...es un sentimiento instintivo...

que buena amiga eres, que cuidas de las mascotas de tus amigos.