Nos despertamos esta manana con un ruido extrano en las ventanas. Al acercarnos lo que vimos fue esto:
Hoy ha sido un precioso día lleno de sol, y la temperatura afuera es -15°C
Las calles están totalmente silenciosas, poca gente tiene ganas de salir con estas temperaturas, y el ruido en nuestras ventanas era causado por los vidrios expandiéndose después de pasar toda la noche a temperaturas sub-cero y después expandirse por el calor de los rayos de sol.
Sorprendente que hace apenas unos años estas temperaturas eran inimaginables, y físicamente dolorosas. Ahora son cosas del día a día, tan “fácilmente” manejables por que tenemos ropa que nos mantiene calientes hasta cuando afuera esta a -25°C, botas de nieve que nos mantienen caminando seguros sobre hielo, guantes, gorros, nuestras ventanas están cubiertas de film aislante que al parecer nos mantiene calientes sin tener que prender la calefacción al máximo, y sobre todo, nos hemos acostumbrado al viento helado, y hemos aprendido que 0°C es aún una temperatura cómoda para salir en camiseta, que -10°C no se siente tanto peor que -5°C, y que mientras no haya mucho viento -15°C tampoco es la gran cosa.