Desde que salmos de Londres, N y yo hemos vivido en un hotel u otro por casi dos meses. Al principio pensamos que era chévere vivir así: sin muchas cosas en el closet, sin platos que lavar, sin tener que cocinar, limpiar o tender la cama, pero después de todas estas semanas ambos estamos completamente cansados de vivir en un cuarto (bueno, en realidad es una suite con sala, cocina, chimenea, etc.) y no tener nuestras cosas a mano.
A veces, cosas tan simples como hacer una ensalada se vuelven cuesta arriba cuando no tienes las cosas que hacen falta para hacerla… como un buen cuchillo, por ejemplo!
Pero todo esto se termina la semana próxima, cuando por fin nos cambiamos al que será nuestro departamento por el resto del año. Que emoción tener otra vez mi jarrito de café, nuestra rica camita, mi bata de baño!!! Extraño esas simples comodidades que hacen fácil la vida.
Claro que no puedo quejarme de mi actual situación! Al fin y al cabo estamos en un lindo hotel súper cerca del trabajo de N así que en lugar de pasar horas manejando, ganamos ese tiempo para estar juntos. Y el sector del hotel es chévere. Montones de bares y restaurantes alrededor… claro que hemos estado tan cansados buscando auto y departamento que no hemos tenido animo para salir a ningún lugar aun! Pero el punto es que todo eso esta disponible y psicológicamente nos afecta de una manera positiva el –al menos—tener la opción de elegir.
Angelina Jolie esta en la tele asi que prefiero dejar de escribir. Hasta la proxima.
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